Las puertas de la jaula se abrieron con un chirrido metálico, y mis ojos, de un azul zafiro, se abrieron al mismo tiempo que mis piernas respondían al impulso: salí disparada de aquella prisión hacia el bosque, siendo la primera en alcanzar la protección de los árboles. Ya no eran verdes como en las historias antiguas, sino que resplandecían con un azul etéreo, como si reflejaran la luz de la luna llena. Me deslicé entre ellos con agilidad, esquivando raíces y ramas mientras seguía el murmullo lejano del agua que guiaba mi camino.
Siete días. Ese era el tiempo que tenía para llegar a la cabaña... y conservar mi libertad como hembra sin pareja.
𓆩𓆪𓆩𓆪𓆩𓆪𓆩𓆪𓆩𓆪𓆩𓆪𓆩𓆪
Las leyendas sobre los licántropos siempre giran en torno a un alma gemela: un compañero predestinado por la Diosa de la Luna.
Pero eso... no es del todo cierto.
No existe un hechizo que te haga enamorarte al primer vistazo. No hay miradas eternas ni promesas divinas. Solo existe La Carrera.
La Carrera es un evento que se celebra dos veces al año, durante la semana de la luna azul. En esas noches, cuando todo parece teñirse de un azul sobrenatural, todos los lobos sin pareja son convocados. Para las hembras, es una pesadilla convertida en tradición.